Por Organización Estudiantil Lobo Suelto
Macri se levantó hace una semana con ganas de cantar la posta: quiere convertir en delincuentes a los limpiavidrios de la calle, los “trapitos” y los encapuchados de las marchas. Para hacer esto, ha propuesto reformar el código contravencional (el código que afecta a los delitos de menor importancia, tanto por la duración de las penas como por las faltas sancionadas).
Tenemos ganas de expresar por qué esta iniciativa nos parece indignante…
¿Por qué se enoja Macri con los pibes de la calle?
Los “trapitos”, son los pibes que, en general, se acercan a cuidarle el auto a los conductores mientras estos se bajan para entrar a una cancha, un bar, un recital, etc. También se habla de los limpiavidrios, es decir, aquellas personas que te ofrecen limpiarte (con balde y secador en mano) el vidrio delantero, principalmente. Para el Jefe de Gabinete Rodríguez Larreta, el 90% de los porteños está de acuerdo con la determinación de criminalizarlos. Creemos que esta es una forma más que encuentra el macrismo para enfrentar a la sociedad entre sí misma. Estamos convencidos de que ningún problema de los habitantes de Buenos Aires se solucionará quitando a los trapitos de la calle, y sí por el contrario estamos al tanto de que quienes tienen un problema son los mismos trapitos y limpiavidrios.
Tanto unos como los otros no son más que el producto del desempleo, la miseria y la pobreza. Son hijos de un mercado de trabajo que no te acepta si sos pobre, y menos te acepta si no tenés ni el primario completo, y menos te acepta si vivís en un hogar de bajos recursos… Es decir, para el macrismo, que el problema máximo es la seguridad, la solución pasa por empujar a estos pibes fuera del único ámbito laboral que encontraron. Es más, el mismo Macri podría explicar por qué su denuncia no pasa por enfrentarse contra el sistema económico (el neoliberalismo de los 90) que produjo esta marginación creciente, o por qué no se da cuenta que los trapitos no son la forma de agarrar a los barra bravas, sino que agarrar a los barra bravas permite liberar a los trapitos. Bueno, quizás no lo puede explicar porque se pasó toda la década de los 90 haciendo negocios con ese sistema económico y bancando a la Barra Brava de Boca. Es probable que lo único que esté buscando nuestro Jefe de Gobierno es seguir “limpiando” la Ciudad para generar el tan ansiado paraíso de negocios inmobiliarios y comerciales, que tienen como fin privatizar nuestro espacio público.
¿Por qué los encapuchados no son el demonio?
El caso de los encapuchados en las marchas tiene un sentido doble. Primero que nada, lo que tenemos que hacer es preguntarnos por qué hay gente que va encapuchada (y con palos, no hay que tener miedo de decirlo) a las marchas. Encontramos una tormenta de respuestas que hace que repensemos nuestros prejuicios más básicos. En primer lugar, aquellos que se encapuchan son por lo general quienes encabezan la marcha, o arman los “cordones de seguridad” (una franja humana destinada a mantener la columna ordenada y asegurada). Estos compañeros, son los que están más expuestos luego a la persecución de la policía en sus barrios, a la criminalización más cruel de la protesta, para redondear, al gatillo fácil. También pueden sufrir consecuencias en sus lugares de trabajo, estudio, etc. Es decir, se deben tapar la cara, porque son perseguidos por luchar. Además, entran en juego los gases lacrimógenos, frente a los cuales hay que taparse los ojos para que no nos lastimen.
En cuanto a los palos, la respuesta no debería ser tan difícil: es una forma que tienen las organizaciones populares de que la policía al menos lo piense dos veces antes de llenarlos de balas de plomo. Intentar marcar como demoníaca la presencia de palos y encapuchados en las filas populares solamente responde al deseo de mantener el monopolio de la violencia por parte de la policía. Sino que cualquiera busque una cifra de cuántos compañeros han sido asesinados en marchas en los últimos 10 años y cuántos policías perecieron en el mismo escenario.
Construyendo mediáticamente al sujeto de la “inseguridad”
Nosotros, como estudiantes secundarios que hemos sufrido ya esta demonización por parte del Gobierno, pensamos que esta reforma que quiere impulsar la Gestión PRO responde a una estrategia de criminalizar a los pobres, haciéndolos quedar frente a la sociedad como la causa de todos los males, cuando no son más que el producto de estos males.
No nos parece casualidad que exactamente el 24 de marzo en La Nación haya salido una nota denunciando a los trapitos como “dueños de la ciudad”, ni que esta política se de luego de que las organizaciones populares hayamos denunciado el accionar de la UCEP, la patota de Macri que se dedicaba a golpear y desalojar gente en situación de calle.
Queremos dejar en claro que pensamos que existe la inseguridad, pero que es una inseguridad general. Es tanto el miedo que tenemos a que nos roben en la calle, como el miedo que tenemos a los abusos policiales, a las condiciones laborales, a que un funcionario nos saque las becas, que un Gobierno nos privatice la salud y la educación, etc. La delincuencia está en todas partes, es sistemática, pero para poder tratarla de este modo el Gobierno (Nacional y local) debería investigar a la policía, cortar vínculos con la venta de drogas, destapar los innumerables casos de corrupción, etc. Los entendemos: es más simple darle de comer a la gente haciéndole creer que los pobres y los que luchan son los culpables de todo.
Desde Lobo Suelto, jamás vamos a estar a favor de que se avance contra el pueblo pobre en pos de una supuesta seguridad general. Exigimos soluciones de fondo, planes de trabajo para los pibes de la calle, vivienda, educación, un basta de represión a los que luchan. A todos esos avances les contraponemos la lucha y la dignidad, y estamos convencidos de que la dignidad no se privatiza.
Con lo de la cara tapada, un ejemplo claro. No nos olvidemos a Dario y a Maxi los persiguieron y los mataron, y todo eso no podría haber sido posible si antes no los identificaban. Cuando quieren que a las marchas no vaya gente encapuchada, es para poder identificarlos y matarnos como a Maxi y Dario.
Muy buena la nota chicos!
Suerte!
vamos los pibes!
lo-bo-suel!
lo-bo-suel!
ESTA JUVENTUD QUE INICIA SU CARRETEO DE VIVIR, MANTIENE EN SUS CONVICCIONES LOS VALORES DE UNA AUTENTICA JUVENTUD QUE BUSCA Y CONTINUARÀ SU LIBERACION,LUCHANDO POR LOS GRANDES VALORES DE LA HUMANIDAD, LA PIEDAD -CARIDAD,LA SOLIDARIDAD COMO LOS DE LA GENERACION DE LOS 70. ESPERO LEER MAS TEMAS SOBRE EL ESTADO DE VIDA Y EXISTENCIA DE LOBEZNOS