En el Salón Azul de la Facultad de Derecho, el vicerrector de la Universidad de Buenos Aires, Alberto Barbieri, hizo entrega del diploma que acredita como Doctor Honoris Causa de la UBA al eminente jurista español Ricardo Alonso García. De acuerdo con la resolución del Consejo Superior del 10 de abril de 2011, por, entre otros logros, la publicación de «Derecho Comunitario: Sistema Constitucional y Administrativo de la Comunidad Europea».

En el estrado, se situaron jnunto al ilustre huésped, además del vicerrector Barbieri, la decana de la Facultad de Derecho, Mónica Pinto, y la vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Elena Highton de Nolasco, quien tuvo a su cargo el elogio académico del jurista laureado.

En el salón se encontraban presentes autoridades de la UBA; profesores de la casa; jueces: funcionarios nacionales e invitados especiales.

La magistrada recordó en su laudatio la participación de Alonso García en ocasión del III Encuentro de Presidentes de las Cortes Supremas de los Estados partes del MERCOSUR y asociados, donde el homenajeado fue distinguido con la Medalla de la Secretaría del organismo regional.

Mencionó también que, en su condición de afamado docente, Alonso García desempeñó cargos académicos en la Universidad Complutense de Madrid; como Coordinador de Derecho Comunitario del Centro de Estudios Superiores Sociales y Jurídicos «Ramón Carande», y como director del Master en Derecho de la Unión Europea de la Universidad Complutense.

Después de las palabras de Highton de Nolasco, el vicerrector Alberto Barbieri puso en manos de Alonso García, el diploma que le confiere el título de Doctor Honoris Causa, y la medalla de la Universidad de Buenos Aires.

El profesor español disertó, luego de agradecer la distinción, sobre «La Autonomía del Derecho de la Unión: Mito y Realidad», señalando, entre otras cuestiones, que «El derecho de la Unión cede protagonismo al derecho nacional o al internacional, según el caso, para resolver un problema que sin embargo es específico de la Unión». Y agregó: «Dicho de otra manera más sencilla, la experiencia demuestra que si el derecho de la Unión hace frente a una situación difícil, llega hasta donde llega».

Avanzó aún mas en esa línea de argumentación diciendo: «Y cuando el derecho de la Unión no ofrece al político una respuesta suficiente para superar una crisis, por los rigores que derivan del propio derecho de la Unión, el político lo que decide es dejar aparte el derecho de la Unión y recurrir a técnicas del derecho internacional o del derecho nacional».