El espacio oficialista de la Ciudad de Buenos Aires quedó a mitad de camino en su rearmado después de la traumática interna nacional de 2023, que se llevó puesto al espacio a nivel porteño, entre otras cosas.

Con Horacio Rodríguez Larreta afuera, Patricia Bullrich definitivamente abocada a la construcción libertaria y María Eugenia Vidal totalmente ordenada al lado de Mauricio, el Jefe de Gobierno pudo disponer casi a voluntad el desembarco de su equipo vicentelopense, para ocupar buena parte del GCBA. Jorge se reservó casi todos los lugares importantes del gabinete, con César Torres como principal articulador. “Todo pasa por el Tuta”, explican dentro del gobierno. Torres es un militante del sur de la ciudad que viene acompañando a JM desde antes de ser Intendente.

Tal fue la avanzada que, a lo que quedó del Pro duro porteño, sólo le dejó un lugar importante: el Ministerio de Cultura, a cargo de Gabriela Ricardes, una delfín de Hernán Lombardi. El diputado nacional sigue firme al lado de MM, más allá de haber sido el Jefe de Campaña de Patricia. De todas formas, ese fue un lugar casi simbólico ya que quién cumplió efectivamente esa tarea fue el legislador Juan Pablo Arenaza-.

La salida de los ex aliados en Juntos por el Cambio, como la UCR y el Partido Socialista, permitió que una más que digna cantidad de larretistas sigan en sus lugares calladitos y sin hacer mucho ruido. Tal vez no tan callados, porque cuentan que en Jefatura continúa una vieja práctica del larretismo: un intenso monitoreo de las redes sociales de los funcionarios para saber exactamente cuántas cosas del Jefe de Gobierno comparten. HRL, incluso, llegaba a mostrar en las reuniones de gabinete ampliado un ranking de quienes menos habían compartido sus posteos.

Cuando preguntás por el futuro, quienes mejor conocen el partido se muestran tan intrigados como nosotros. No ven demasiado segura una reelección de JM (aunque acá no descartamos nada) ni tampoco una figura emergente dentro del espacio para un eventual reemplazo. La expectativa de un gran acuerdo con La Libertad Avanza hace que nadie se mueva demasiado hasta ver cómo se termina ordenando todo. Sí, en cambio, en todos los escenarios la ven a Bullrich como candidata a senadora nacional en el 2025.

En la Legislatura conduce Darío Nieto, confirmando que nada pasa demasiado lejos de la órbita de Mauricio. Ante la fusión -o no- con LLA también habrá que ver qué rol va a tener el espacio liberal del legislador Yamil Santoro y el ministro Roberto García Moritán. Si bien hay bancas Pro que responden a otros referentes, no tienen margen para hacer más que disfrutar de la beca legislativa, aprobar los proyectos que le interesen al ejecutivo y presentar los propios de declaraciones cholulas para poder sacarse fotos con sus celebridades predilectas.

La presidencia de la Juventud sigue a cargo del espacio de Diego Santilli, con Pili Brown a la cabeza. Hay otro espacio en el que ya no son tan jóvenes: La Generación, esa construcción intraespacios de funcionarios que son vistos de reojo por el resto, acusados de tener los humos un poco subidos. Desde acá nos cuesta creerlo.