
Se presentaron las alianzas electorales para los comicios legislativos de la Ciudad de Buenos Aires que se llevarán cabo el 18 de mayo. De esta manera, queda inaugurada una nueva etapa política en la que se rompieron casi todos los frentes existentes y vamos a empezar a ver para qué está cada uno de cara al 2027. Repasemos.
Después de varias elecciones compartiendo listas dejó de existir oficialmente el espacio anteriormente conocido como Cambiemos y Juntos por el Cambio. El Pro, relegado a volver a ser un espacio de localidades, volvió también a las bases del viejo Compromiso por el Cambio y solo va con los partidos menores que lo acompañaban en las primeras incursiones de Mauricio Macri como el Movimiento de Integración y Desarrollo, el Partido Demócrata UNIR y otros. También, conscientes del descontento ciudadano con la nueva gestión y la necesidad de mantener el pago chico, van a poner a jugar a los principales referentes del macrismo duro. Vuelve Mariu Vidal -ahora viviendo en la Ciudad y todo-, Hernán Lombardi y Laura Alonso. Faltarían Marquitos Peña y Gabriela Michetti nada más. Bueno, y Horacio, pero ese es otro tema.
Hablando de Rodríguez Larreta, finalmente se presenta llevando tal vez la pata menos útil del armado roto: Graciela Ocaña y el Partido Federal. Ocaña, que va saltando de alianzas y de un lado al otro de la General Paz quedó salpicada por las desprolijidades en el escándalo de los aportantes truchos de Vidal en la Provincia, porque fue candidata de esa lista y que justo esa vez no le importó demasiado la honestidad y la transparencia, dos valores que los amarillos ya no mencionan pero que ella sí sigue llevando como bandera. Horacio analiza si va ahora o en las nacionales sabiendo que hay un último antecedente no demasiado prometedor de un ex Jefe de Gobierno pelado presentándose como candidato a legislador: Jorge Telerman sacó el 1,88% en 2011.
Por su parte, el radicalismo va con el Partido Socialista y el GEN. Y está en una disyuntiva, poner a jugar a Lousteau con el riesgo de quedar muy abajo para ver si meten un par de legisladores o salir con una propuesta diferente, con caras nuevas, para ir pensando más en el futuro que en la típica chiquita de garantizar algunos lugares como si la historia terminara el 18.
Si de garantizar lugares se trata, Leandro Santoro es el candidato perfecto. Para eso lo piensan en la estructura clásica del PJ, que le da lo mismo quién gobierne la Ciudad mientras sigan existiendo las bancas y las estructuras de los entes descentralizados. De todas formas, Santoro se empodera de ese mandato y sale a recorrer los barrios buscando reproducir la épica de Axel dando vueltas por la Provincia y hasta se dio el gusto de ponerle un nombre alfonsinista a la lista con Ahora Buenos Aires. En el reparto de beneficios se ve que quedó afuera el Movimiento Evita, que se presenta aparte con Juan Manuel Abal Medina. Hay que ver cuántos votos le saca a esta lista la morenista Principios y Valores. También va por separado el PC.
Por el lado libertario, como era de esperarse, la Casa Rosada va a la aventura en soledad mientras que el otro Santoro, Yamil, se fue del frente oficialista y, después de su lanzamiento bait, busca instalar una fuerza propia y va a medir cuán lejos de la repercusión de las redes está la realidad efectiva electoral.
