La sesión especial del Consejo Directivo convocada para el martes, que tenía como número puesto la reelección de Héctor Trinchero como Decano, debió ser suspendida ante la presencia de una gran cantidad de estudiantes que se manifestaron, encabezados por el Centro de Estudiantes de la Facultad, intentado evitar que la misma se lleve acabo, considerandola ilegítima (los actuales Consejeros aún no terminaron su mandato).

Ante la fuerte presencia estudiantil, las autoridades efectuaron la ratificación de Trinchero en el cargo mediante un comunicado debido a que fue necesario suspender sesión. A continuación, adjuntamos el comunicado en que el Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras se manifiesta acerca de los hechos ocurridos y otorga una visión de los sucesos de manera más precisa:

«La sesión ‘especial’ de Consejo Directivo de Filosofía y Letras convocada el día de ayer (por el martes) para reelegir al actual Decano Trinchero concluyó con un escándalo, en medio de graves irregularidades cometidas por las autoridades de dicha casa de estudios. Importa destacar, antes que nada, que frente a los estudiantes que se movilizaron al Consejo reclamando la suspensión de la sesión en virtud de su ilegalidad –los actuales consejeros no han concluido su mandato-, la gestión de la Facultad dispuso la presencia de una gran cantidad de forzudos “patovicas”, algunos de ellos agentes de seguridad en boliches nocturnos. En este marco se pretendió llevar a cabo la sesión, lo cual fue imposible por la cantidad de estudiantes presentes que reclamaban la suspensión. Sin embargo, la gestión de la Facultad emitió un comunicado proclamando la reelección del actual Decano Trinchero. Se trata de una nueva ilegalidad, pues, en primer lugar, en la supuesta ‘sesión’ no había forma de verificar el quórum –los asientos de los Consejeros estudiantiles, por caso, estaban ocupados por otras personas, algunas funcionarias de la facultad-. En segundo lugar, resultó imposible que los Consejeros presentes escucharan qué se votaba, en medio de gritos y cánticos. En tercer lugar, los taquígrafos no podrían haber tomado actas de ninguna forma en la situación descrita, siendo insostenible tener registro de qué se sometió a votación y cuál fue el resultado. En cuarto lugar, y por todo lo antedicho, en ningún momento hubo posibilidad de que algún consejero hiciera comentarios o explicitara mociones alternativas, mecanismo elemental de funcionamiento del Consejo Directivo. Es evidente que los procedimientos mínimos para llevar adelante una sesión de Consejo, especial o no, no fueron cumplidos, y que, por lo tanto, la proclama de Trinchero carece de toda validez. Como si todo esto fuera poco, funcionarios de la facultad agredieron físicamente a estudiantes.

Queda claro, nuevamente, hasta dónde pueden llegar las camarillas minoritarias que gobiernan la UBA para defender sus privilegios: violar al extremo los estatutos que dicen defender, y agredir a aquellos que se les oponen.

El CEFyL, por su parte, reunido en Asamblea, resolvió desconocer la elección fraudulenta de Trinchero, y profundizar la campaña por la reforma de los estatutos para democratizar los órganos de gobierno de la UBA, contra la Asamblea Universitaria trucha, que venimos impulsando en conjunto con la FUBA. Para desarrollarla, votamos una gran campaña en los cursos, y una próxima asamblea el próximo miércoles a las 19 horas. Además, nos movilizaremos con la FUBA y otros Centros al Consejo Superior, ese mismo miércoles a las 9 horas.»