En la sede de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, se llevó a cabo la ceremonia de asunción de los nuevos decano y vicedecano de esa unidad académica, los ingenieros agrónomos Rodolfo Golluscio y Eduardo Pagano, respectivamente.
La ceremonia, presidida por el rector Rubén Hallú, contó con la asistencia de los decanos Alfredo Barbieri, de Ciencias Económicas; Marcelo Miguez, de Ciencias Veterinarias; Sara Slapak, de Psicología y Mónica Pinto, de Derecho, así como ex decanos de Agronomía; el secretario de Ciencia y Técnica de la UBA, Hugo Sirkin; la secretaria Académica, Edith Litwin; el Consejo Directivo de la Facultad; representantes de empresas nacionales y estatales; representantes de embajadas y una numerosa presencia de profesores, alumnos y personal de la casa.
El decano saliente y actual funcionario nacional, Lorenzo Basso, agradeció a quienes lo acompañaron en sus cuatro años de gestión y dijo que al asumir «planteamos tres pilares: mejorar la calidad educativa, la gestión administrativa y la presencia de la Facultad anivel nacional e internacional, lo que ampliamente llegamos a plasmar (…) Quiero ahora resaltar las cualidades no sólo como docentes e investigadores sino como personas de bien y comprometidas con la institución» dijo dirigiéndose a las nuevas autoridades.
El decano Rodolfo Golluscio agradeció muy emocionado a todos los presentes. «Para mí es un honor, es un orgullo y también una tremenda responsabilidad. Agradezco puntualmente al decano saliente, quien realmente me delega una tarea fácil, porque la Facultad está ordenada y no veo que tengamos problemas graves que resolver. La Facultad tiene que estar al servicio de la sociedad que nos da la función de crear profesionales Es importante la excelencia, pero también es fundamental el compromiso con la sociedad (…) debemos generar profesionales conscientes de su compromiso con ella», sostuvo.
Hallú fue quién cerró el acto, saludó especialmente a las mujeres en su día y, dirigiéndose al nuevo decano, le auguró una excelente gestión. «Los logros de una gestión no son los logros de una persona, de un equipo. De nada serviría el esfuerzo y el trabajo de una persona y un equipo de la universidad si esto no es acompañado por todas las facultades y dependencias con el mismo criterio, porque nos debemos a nuestra sociedad. Estoy seguro que estamos en esa línea y vamos a seguir trabajando», afirmó el rector.
Por otra parte, Carlos Alberto Rosito reasumió como decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires, para el período 2010-2014 y lo hizo junto al nuevo vicedecano de esa unidad académica, Alberto Dams, en presencia de un nutrido grupo de docentes de la casa, así como de decanos de Ingeniería de otras universidades y vicedecanos, secretarios y subsecretarios de la UBA, como Oscar García y Hugo Sirkin, así como de representantes del Centro Argentino de Ingenieros y de distintos colegios profesionales.
Alberto Dams, quien asumió como vicedecano, dijo que su compromiso «es con la Universidad de Buenos Aires y con la Facultad de Ingeniería. Los que me conocen y los que no me conocen, sepan que estaré esperando sus críticas constructivas para ayudarme a equivocarme menos y para llevar esta facultad hacia adelante».
Luego de manifestar entre sus metas, estimular el estudio de la ingeniería entre los estudiantes secundarios, expresó: «Mis objetivos son los de la Universidad y están manifestados en los cambios introducidas en el Estatuto Universitario», entre ellos que «la Universidad está comprometida con la defensa y el cumplimiento de los principios democráticos y los derechos humanos y sociales» y que «la enseñanza de grado de la Universidad de Buenos Aires es gratuita».
Habló luego el decano Rosito quien, entre otras cosas, se fijó como postulado de la continuidad de su gestión, seguir sosteniendo «en la piel y los huesos la Universidad pública y la Universidad de Buenos Aires». Se refirió luego al cumplimiento de un principio muy antiguo, del Imperio Romano, más precisamente de Marco Aurelio que él «enunció y puso en práctica, salvando las distancias, que había que mantener los principios éticos desde el poder y no usar el argumento de que lamentablemente, razones de estado impiden aplicarlos».
En un tramo de su discurso, Rosito reiteró la preocupación de su vicedecano por la escasez de vocaciones ingenieriles, diciendo que se trataba de «un problema muy serio» y que por eso «vamos a ir a buscar futuros ingenieros al Ciclo Básico Común e incluso a la escuela secundaria»
«Creo -dijo por último- que lo importante es no demorarse, o sea, mañana mismo arrancar con nuestra segunda gestión. Nos quedan 1460 días de esta gestión, y cada día cuenta. Muchas gracias por estar aquí».