"Tanto Macri en la Ciudad de Buenos Aires, Piñeira en Chile y Berlusconi en Italia, son dirigentes políticos que llegan desde la actividad privada- empresarial y sin ningún tipo de control externo. Precisamente porque llegan desde ahí, la función de las empresas, la difusión de su seguridad personal y la lógica de selección de funcionarios, no tiene que ver con un mecanismo público y cuando quedan expuestos por haber cometido una irregularidad, automáticamente, como si fuera una cuestión privada, ponen a todo el Estado a encubrir sus errores personales", sostuvo enfático el diputado porteño Martín Hourest, del bloque Igualdad Social.