El sábado 26 de abril, no se acreditó en el Congreso Ordinario de la Federación Universitaria de Buenos Aires la cantidad de delegados necesarios para que se pudiera realizar la votación de las nuevas autoridades. El kirchnerismo decidió no dar quórum y criticó a la conducción que encabezan La Mella y el Partido Obrero, ya que consideraron que actualmente la FUBA «está limitada al programa político de los partidos que la conducen».
La Cámpora Universidad realizó un nuevo balance de aquella jornada y difundió un comunicado, que reproducimos en su totalidad a continuación:
«Por una FUBA transparente y democrática
Ante el fallido Congreso de la FUBA, las luces se encienden de nuevo sobre esta herramienta que pocos estudiantes conocen aunque a todos les pertenece. El sábado 26 de abril, la Federación Universitaria de Buenos Aires convocaba a un nuevo Congreso de elección de autoridades. De un lado, la autodenominada izquierda universitaria se disponía a renovar su mandato. Del otro, radicales y conservadores esperaban conseguir los votos que les faltan para desembarcar en la Federación. Ninguno de los dos sectores alcanza actualmente por sí el quorum necesario para sesionar. Ahí es donde empiezan a disparar contra la fuerza que puede darle la legitimidad necesaria al Congreso: el espacio de Unidos y Organizados.
Hagamos una pausa. ¿Qué es la FUBA hoy? ¿Es la herramienta de lucha de los estudiantes organizados de la UBA? Es evidente que hace años que la FUBA dejó de ser una verdadera Federación para pasar a ser un sello de goma. Hoy la FUBA no tiene una agenda vinculada con las reivindicaciones de los estudiantes, sino que se circunscribe a los programas de las agrupaciones que la ocupan. Hoy, la Federación se limita a apoyar los paros y piquetes orquestados por la burocracia sindical, en vez de discutir el modelo de profesional que sale de la UBA o la educación superior en el país. Hoy la FUBA restringe su actividad gremial a la gestión de las fotocopiadoras, que funcionan como caja para la financiación de los partidos que la conducen.
¿Es la FUBA, acaso, un órgano democrático? En verdad, la FUBA ni siquiera acepta el voto directo de los estudiantes, sino que continúa reproduciendo el sistema de elección indirecta a través de “delegados”. Eso sí, cuando cada cuatro años se discute la elección del rector, las autoridades de la FUBA ponen el grito en el cielo por la democratización de la UBA. De más está decir que la Federación no publica balances y no explica qué hace con los millones de pesos que conforman su presupuesto.
¿Tiene, al menos, una postura coherente en cuanto al Gobierno de la UBA? Vamos a los hechos: semanas antes de la elección de rector en 2013, los militantes del PO en un claro acuerdo con el radicalismo, tomaban las tres facultades cuyos decanos apoyaban una candidatura alternativa a la que garantizaba el statu quo de la universidad. Por otro lado, mientras se desarrollaba la Asamblea Universitaria, la FUBA montaba un show mediático tirando piedras en las inmediaciones del Congreso Nacional como forma de manifestación en contra de la Asamblea y del candidato radical, Alberto Barbieri. Adentro, Barbieri le ganaba en votos al opositor Federico Schuster, al cual la FUBA decidió no apoyar por el sólo hecho de ser kirchnerista. ¿El resultado? Barbieri se consagró como rector. ¿Los consejeros de la FUBA? Se acreditaron a pesar de haber declarado que la Asamblea era ilegítima, pero no votaron.
Nuestra respuesta ante esta situación es clara: es imposible legitimar una Federación en estas condiciones. Hace más de diez años que el movimiento estudiantil le arrebató al reformismo la conducción de la FUBA con el objetivo de democratizarla. Sin embargo, varias de las agrupaciones que se decían opositoras a Franja Morada, terminaron respondiendo a la misma lógica y convalidaron la parálisis de esta herramienta gremial con el Partido Obrero a la cabeza. Ya en 2013, el Unidos y Organizados accedió a acreditar sus delegados bajo la consigna de reformar el estatuto y unificar una agenda estudiantil. Pero la presidencia de la Federación se opuso. No existen razones que habiliten a convalidar un Congreso que renueve por otro año más a las autoridades que todos los días nos prometen cosas que no cumplen.
El conjunto de los estudiantes necesitan una Federación que construya con propuestas, que los represente y que dé discusiones en respuesta a sus intereses y los de la sociedad. Exigimos para seguir adelante los cambios que ya son impostergables: democracia y transparencia para la FUBA. Es imperante la reforma del estatuto, la publicidad de los balances y la democratización de las decisiones. No queremos una FUBA que se limite a gestionar fotocopiadoras y a hacer piquetes con Moyano y Barrionuevo, sino una FUBA que difunda las políticas de inclusión que atiendan a las necesidades de los estudiantes con bajos recursos, como las Becas PNBU y el PROGRESAR, que discuta educación superior y que luche por una UBA pública y popular».
Son un descanso
Tu vieja es un descanso
Se les va a acabar la caja de la Fuba, gatos. Sigan así, vaciando de contenido el órgano gremial de los estudiantes. Forros.
Los K hablan desde la sec gral. se quejan de gordos. Parece que el único mal de la FUBA es la Franja que hace 10 años que no conduce.
Ya les va a caer el reformismo y se les va a acabar el cuento
Aguante la fuba piquetera carajo! el reformismo la tiene bien adentro, putos oligarcas, burgueses hijos de mil puta.