Por Juan Manuel Karg*
«Vamos a dar el todo por el todo. Tomar la identidad de los compañeros que han matado y seguir adelante con la lucha. Lo que sentimos en carne propia es que somos parte de los que pelaron en aquellos años, de la misma historia y queremos cambiar la realidad en la que vivimos».
Dario Santillán, entrevista año 2001.
Diez días atrás escuché por primera vez en mi vida el caso de los hermanos Eduardo y Rafael Vergara Toledo, en el marco de una actividad militante que organizamos conjuntamente con otros compañeros de sueños y anhelos, en homenaje a Miguel Enríquez y al Che, y a la vigencia del pensamiento de ambos. Desde aquel momento sentí la necesidad acuciante de escribir estas líneas, no como mera reflexión melancólica sino como punto de partida para la batalla que damos a diario aquellos que peleamos para que ese otro mundo posible pueda, en algún momento, hacerse realidad. Como puntapié para la acción, como idea que deviene en una praxis colectiva que sustenta (o busca sustentar, mejor dicho) otras formas de relaciones sociales. Y también, por que no decirlo, como una declaración de guerra para aquellos que intentan mercantilizarlo todo, paralizando nuestras ansias liberadoras a fuerza de bayonetas y plomo.
Eduardo y Rafael, jóvenes militantes del MIR chileno, cayeron abatidos por la dictadura pinochetista el 29 de marzo de 1985 en Villa Francia, en las afueras de la ciudad de Santiago. Maxi y Dario, jóvenes militantes del MTD Aníbal Verón, cayeron abatidos por la policía bonaerense –bajo las ordenes de Solá y Duhalde- el 26 de junio de 2002 en la estación Avellaneda, en las afueras de la ciudad de Buenos Aires.
Eduardo y Rafael tenían 20 y 18 años, respectivamente. El compromiso político de ambos había comenzado en reuniones con los vecinos de Villa Francia, acompañando en primera instancia a sus padres, y viendo las problemáticas que anidaban en el barrio. Ambos habían tenido experiencias militantes a nivel estudiantil: Eduardo se convirtió en dirigente de la Unión Nacional de Estudiantes Democráticos (UNED) mientras estudiaba Historia, tras lo cual fue expulsado; Rafael fue echado del colegio en tercero medio, acusado de “panfletero” y “agitador político”. La dictadura, durante el periodo 1982-1985 los detuvo varias veces sin cargo alguno, e incluso llegó a allanar su casa en reiteradas ocasiones, demostrando sus intenciones y el desenlace que pretendían de allí en más.
Maxi y Darío tenían 22 y 21 años, respectivamente. Maxi se había acercado en mayo de 2002 al MTD Guernica, con la intención de trabajar en un comedor comunitario y en una huerta para el barrio. Además, estaba cursando el segundo año de un secundario orientado en bellas artes, adonde fue a parar por sus inclinaciones artísticas y su pasión por la pintura. Darío era, a esa altura, un militante experimentado del MTD Lanús. Venía de militar, al igual que Rafael, en una agrupación de secundarios en Quilmes. Luego de eso llegarían a su vida, tal como comenta Guillermo Cieza, “las ruedas de mate, la recuperación de una tierra para vivir, el piquete dignificador, la bloquera, la educación popular, los abrazos”[1].
Entre manos tendidas y la risa de los verdugos
Decenas de testigos, que luego no declararon por temor y desconfianza a la justicia militar chilena, vieron como la patrulla Z-955 de la Tenencia Alessandri -dependiente de la 21ª Comisaría-, asesinó a sangre fría a los hermanos Vergara Toledo. El primero que cayó fue Eduardo, quién murió de forma instantánea, luego de ser alcanzado por un tiro en la espalda. Al ver a su hermano en el suelo, Rafael retrocedió para ayudarlo y fue herido. Un disparo cobarde en la nuca a este, mientras abrazaba a Eduardo, fue el corolario final para ambos.
Una asombrosa similitud presentan los hechos de la estación Avellaneda. Allí es Maximiliano quien cae herido en primera instancia. Dario, en un gesto de solidaridad, fraternidad, coraje y entereza sin limites, acude a su ayuda. Quedará inmortalizada su mano tendida, confirmando, como dice Miguel Mazzeo, que dentro de sí “no contenía ni la más ínfima partícula de la materia con la que está hecho el enemigo (una singular experiencia militante y una peculiar predisposición lo habían despojado de esos corpúsculos)”[2]. De ahí aquel gesto “abrumadoramente transparente” que demuestra la opción ético-práctica en su militancia diaria, y que le costó la vida al igual que a Rafael, diecisiete años antes, en Villa Francia.
La sonrisa inescrupulosa del verdugo, reflejada en ambos sucesos, muestra todo lo contrario a cualquier tipo de humanismo. Luisa Toledo fue sorprendida aquella noche de marzo en su casa por carabineros que rieron al anunciarle la “muerte” de dos de sus hijos. En Avellaneda, la sonrisa cínica del asesino de Maximiliano, levantándole las piernas para que se desangre con mayor rapidez, dio la vuelta al mundo en clave de fotografía y confirmó que desbordaba de las partículas y materias de las que hablaba Mazzeo.
En cuanto al tratamiento de la opinión pública, también son asombrosas las coincidencias de ambos hechos. El sábado 30 de enero de 1985 la prensa chilena gastó chorros de tinta en hablar de dos “delincuentes”, “antisociales” y “asaltantes” muertos en un enfrentamiento con carabineros[3]. A su vez, la prensa argentina, durante toda la jornada del 26 de junio de 2002, sostuvo la hipótesis de un “enfrentamiento entre piqueteros”. Ni las fotos exclusivas de Clarín –donde se veía al comisario Franchiotti entrando a la estación- pudieron evitar la bochornosa y tristemente celebre tapa de ese diario el día 27, aquella que se titulaba “la crisis causó dos nuevas muertes” y cuyo epígrafe señalaba, “aún no se sabe quienes dispararon contra los piqueteros”, en un guiño de complicidad al gobierno duhaldista y a su tesis de una “interna” entre los desocupados.
La sangre de los caídos es la rebelión
Quisiera concluir este breve artículo, sin embargo, con la similitud que me parece más relevante entre ambos sucesos. Y tiene que ver precisamente con lo que más le asusta a los sectores dominantes: la organización de las clases populares, su búsqueda de ese otro mundo posible, su intento de abandono de esas partículas y materias que no son más que la muestra más acabada de la degradación putrefacta de un sistema cada vez más injusto.
Es en este contexto en el cual quisiera remarca la actualidad urgente de Eduardo y Rafael, de Maxi y Dario. En homenaje a los primeros y a todos los jóvenes que murieron luchando contra la dictadura chilena, nació en aquel país “El día del joven combatiente”, representando la muestra más genuina de que su lucha continua vigente y que es tomada no sólo por el MIR, sino por la juventud chilena en su conjunto. La pelea de Maxi y Dario, en tanto, sigue marcando la agenda política de los movimientos sociales en la actualidad de nuestro país. Muestra de ello, y del intento de buscar otras relaciones sociales, son los proyectos productivos y de cooperativas que las organizaciones autónomas, entre ellas el Frente Popular Dario Santillán, están intentando llevar a cabo, contraponiéndose a la degradación laboral y al desempleo en aumento que nos ofrece el gobierno de turno, fiel heredero de los asesinos de Maxi y Dario.
Es que mientras siga existiendo impunidad sobre estos hechos, mientras siga existiendo la risa de nuestros verdugos, seguiremos anteponiendo nuestras manos tendidas para con nuestros compañeros, haciendo cotidianamente ese otro mundo posible y no esperando soluciones mágicas de aquellos que nos hambrearon, nos condenaron y nos olvidaron durante décadas.
Ese es el camino que, creemos, nos dejan hoy Eduardo y Rafael, Maxi y Dario. El camino de la lucha y organización, y de los nuevos amaneceres que se nos abren paso para homenajearlos diariamente, sin necesidad de esperar a un 29 de marzo o a un 26 de junio.
* Politólogo UBA – Militante de La Mella
[1] Cieza, Guillermo. “Semblanza a Dario” en “Borradores sobre la lucha social y la autonomía”, Pág. 72. Colección de ensayos “Pensamiento libre”, 2004.
[2] Mazzeo, Miguel. “Dario Santillán. La pasión insurgente y el socialismo como opción ético-práctica”. Vease online en: http://www.nodo50.org/cubasigloXXI/taller/mazzeo_310507.html
[3] Al respecto véase el articulo: http://www.lanacion.cl/prontus_noticias/site/artic/20050326/pags/20050326175203.html
Ufff….
¿La historia es letra muerta?
Tenés que preguntar para que «mierda» sirve la historia entonces, no?.
Al margen, claro, de que el que trajo a colación el temita de «socialismo en un solo pais», no fuí yo.
Si querés podés repreguntar; ¿que mierda tiene que ver el socialismo en un solo pais con Rusia de 1917?, pero corrés el riesgo de quedar mas en ridículo aún.
Por otra parte; ¿ese es todo tu aporte al debate? (es decir, una negación de la historia).
Dale, sí se puede.
Slds,
Mira, efectivamente la revolucion bolchevique sufrio las consecuencias de un contextos internacional adverso luego de la derrota de la revolucion alemana. O acaso no sabes lo que fue la NEP? ¿Por que Lenin propueso esa política? que representaba un «retroceso» en la profundizacion del socialismo para aguantar un contexto internacional que no ayudaba? Claro, alguno le habra dicho que era un claudicante, que no queria avanzar al socialismo, etc. Porque Lenin expropio a la burguesía, y despues….. volvio para atras. ¿por que? Porque las revoluciones no se hacen en el vacío sino en condiciones concretas y hay marchas y contramarchas.
Pero la realidad es que el contexto de la primera guerra mundial era mas favorable que el actual. No te olvides que venimos de la derrota política mas grande de la clase trabajadora a nivel mundial, con la derrota en los 70 y luego el derrumbe del campo socialista y la restauracion capitalista. El triunfo del neoliberalismo, etc.
Justamente por eso, porque ese contexto, es que Chavez juega un rol tan progresivo. Entre otras cosas tuvo la virtud de instalar, o mejor dicho reinstalar, el ideario socialista, que estaba completamente fuera de agenda y ahora por suerte forma parte del debate de los movimientos populares al calor de la revolucion bolivariana.
Por otro lado, expropiar a la burguesía no es cuestion de un día. En venezuela se ha avanzado sobre varias empresas y sobre otras no. practicamente todas las semanas chavez anuncia alguna estatizacion.
Por ultimo. Yo no estoy seguro de que la revolucion bolivariana vaya hacia al socialismo ni de que el propio chavez. Pero si tengo ese anhelo y creo que hay que apostar a eso. ¿Puede que no salga? si. ¿Puede que el proceso se estanque, que no se siga radicalizando y profundizando? si, puede suceder. Pero yo quiero que pase lo contrario y desde ese lugar apoyo la lucha del pueblo venezolano, que cada día es mas consciente, que cada día participa más, se radicaliza más y todo con Chavez como líder que ha servido para la movilizacion popular, para la masificacion, para la concientizacion, para la radicalizacion de todo este proceso.
adeus
-Tomo lo de S.M. citado por Treveris desde otro punto de vista: el internacionalismo.
Hace 66 años Stalin deshizo la Comintern porque lo suyo no era internacionalismo proletario, el apoyo político a los trabajadores de todo el mundo, sino convergencias diplomáticas con aliados capitalistas. Hoy…
Chávez: a los abrazos con Cristina, Lula, Hu Jintao («modelo de socialismo»), etc. Hasta con Uribe se abrazó literalmente más de una vez en los últimos años, entre puteada y puteada ¿Y acaso qué pasó en la última UNASUR? No le hizo falta el Rey, se calló solito. La valija de Antonini y todas las demás que pasan como equipaje diplomático y no se revisa (y entre las conexiones Venezuela-Argentina mejor no hablemos de Grobocopatel, Techint, etc.). Para el «campo popular» como les gusta llamarlo, Chávez le dio plata a Libres del Sur para llevar gente al acto en MdP en 2005, nada más.
Fidel: en los 80s llamaba a que no imiten su ejemplo, que tomen las «vías democráticas». En el 89 apoyó la masacre de Tiananmen. En los 90s ya tiré un par en el post anterior, contra Chávez y por la democracia capitalista, a favor de Sánchez de Losada, el Foro de São Paulo con el FA, PRD, PT, etc. En 2003 vino a Argentina vestido de regalo para Kirchner, y habló bla bla bla sobre la educación y la salud cubana pero no de revolución, es más, sostuvo que por la riqueza de ciertos países no hacen faltan cambios revolucionarios para distribuir la riqueza, y que «hay que diferenciar entre lo que se puede soñar y lo que se puede realizar ahora» (véase http://archivo.po.org.ar/po/po802/fidel.htm y http://www.elmangodelhacha.com.ar/revista05/revista5nota3.htm).
Para terminar, un párrafo de la Prensa Obrera de hoy: «el coronel Wilmar Castro, que acompaña a Chávez desde 1992, encarcelado durante tres años y hoy gobernador de Portuguesa, ha dicho que el partido oficialista, el PSUV, está controlado “por una elite que le tiene culillo (miedo) al pueblo”.»
Chavez reprimio a los campesinos del movimiento Ezequiel Zamora que tomaron las tierras en sus manos.
Cada dia se radicaliza más…