Tras meses de polémica, la Justicia porteña falló sobre el caso de las empresas de “mensajería urbana y reparto a domicilio de sustancias”: Rappi, Glovo y Pedidos ya están suspendidas hasta nuevo aviso.

En una investigación llevada adelante por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires con la participación del Ministerio de Salud local, se llega a la conclusión de que las y los repartidores que prestan servicios en esas tres empresas, que cambiaron el panorama no solo gastronómico sino también urbano de Buenos Aires, no tienen las medidas de seguridad vial necesarias. Lo que exige el código es que cada une disponga de “casco, de luces reglamentarias, y en caso de llevar caja portaobjetos, que la misma se encuentre asegurada al vehículo, así como existencia de seguro y de libreta sanitaria en caso de transporte de sustancias alimenticias (artículos)”.

El Ministerio de Salud porteño afirmó, además, que en en un mes se atendieron 25 casos de accidentes en vía pública de repartidores/as.

Atento a la problemática que esto puede presentar en los ingresos de las y los trabajadores, el juez Andrés Gallardo, insta a las compañías a que encuentren formas de compensar la merma económica para sus deliveris.