Por Charo Márquez
@cafeesamor
Pez, una de las bandas más queridas por el público porteño conurbano, está, desde abril, enfrentando acusaciones de violencia sexual por parte de dos fans anónimas.
Ariel Minimal, líder de la banda y autor de algunas de las canciones que más marcaron a nuestra generación, sacó un comunicado en el facebook oficial de Pez de Buenos Aires. Tras meses de silencio, dijo que “Necesito expresarme.
Y me cuesta.
Y me da terror.
Porque cada vez que lo hicimos, lo hicimos mal”.
Es cierto, en abril, lanzaron un primer comunicado que recibió el repudio generalizado de seguidores y seguidoras. Durante días, hubo rumores de que se separaban tras años y años de colmar bares, teatros y estadios. Finalmente, la banda sigue tocando. Y como surge del comunicado emitido hoy, empezaron terapia grupal.
No sabemos si esta es su única estrategia para lidiar con las acusaciones de abuso sexual en situación post show, un ya clásico de la escena emergente musical liderada por varones. Sobre esto, Minimal aclaró hoy que “No es porque tengamos un ‘pacto de machos’”, que salieron a hablar como banda en su momento. Pero hoy decidió hacerlo él solo a título personal, desoyendo el consejo de su psicóloga, quien le dijo “No le hables a los que sabés que te van a prender fuego de una.“, quizá refiriéndose a su público, que no tardó en reaccionar.
Julieta María, tal su usuario de Facebook, habla en nombre de “Lxs que los escuchamos todos estos años” y le dice que “lo lamento mucho, pero cuando la cagás así el precio es dejar de tocar”.
Los hechos, es cierto, no han quedado claros, las acusaciones anónimas no fueron refrendadas con nombre y apellido en ninguna otra instancia que no fuera el blog Ya no nos callamos más. Sin embargo, Minimal se contradice varias veces a lo largo de este comunicado y la banda, en declaraciones previas, también hace un juego de negar y pedir disculpas, minimizar e intentar correr el eje, amparándose en “la clase de gente que somos”.
Es hora de que escuchen a las pibas que agitaron durante tantos años bajo los escenarios, en las canchas, en las marchas, en las clases de yoga, en todos los espacios y desde hace años, que están hartas.
Noticia en desarrollo hasta que escuchen a las pibas.
Every witch hunt has its clown.
Igual gracias por los links, esa forma de cortar citas para darles otro significado, en esa falta de periodismo convertida en narrativa amarillista (pero con autoconstruído título de «feminista»), sí se puede ver.