Guillermo Montenegro, ministro de Seguridad y Justicia porteño, aseguró ayer que las pistolas paralizantes Taser X26 (utilizadas para producir una descarga eléctrica sobre una persona), recientemente adquiridas por el gobierno de la Ciudad con el fin de sumarlas al armamento que utilizará la flamante Policía Metropolitana, “no son un elemento de tortura” y reiteró que “no son letales”, aunque sin embargo reconoció que “su mala utilización puede ser letal”.
A pesar de esto, afirmó que su finalidad última “es para cuidar a la gente y no para agredirla”, y frente a la consulta periodística acerca de las 26 muertes ocurridas sólo en Canadá que figuran en un informe sobre estos dispositivos, Montenegro retrucó que “hay más muertes con armas de fuego que con Tasers”.
Con respecto a su uso como instrumento de tortura, el ministro porteño decidió relativizar los riesgos: “Obviamente que cualquier arma o no no-arma utilizada puede ser empleada como un elemento de tortura. Un elemento de tortura también puede ser un balde, una cucharita, cualquier cosa cuando se hace una mala utilización”, dijo y destacó que lo importante es capacitar al personal policial y aceitar lo controles a los que está sometido.
Por otra parte, el Observatorio de Derechos Humanos fue menos optimista respecto al uso de las pistolas paralizantes, a las que se refirió en un comunicado considerándolas «un elemento muy similar a otro, tristemente recordado, e inventando en nuestro país: la picana. A diferencia de la picana, la Taser no necesita ser enchufada, y tampoco realiza una descarga de 220v. Tiene forma de pistola, funciona con una pila de 26v, y al ser disparada produce una descarga de 50.000 voltios que tumba e inmoviliza al receptor. Por otro lado, las neopicanas cuentan con un nuevo beneficio: no dejan marcas, ergo no dejan pruebas».
«El Jefe de Gobierno aseguró al asumir en el año 2007 que el siglo XX había sido el de los derechos humanos y que el siglo XXI seria el de las obligaciones ciudadanas. Al parecer todavía falta un largo camino en la Ciudad de Buenos Aires para que comencemos a transitar la senda del respeto irrestricto de los derechos humanos.
El actual Ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro dice que “es una imbecibilidad” llamar armas de tortura a las taser . El actual Ministro debe saber, como abogado, que la utilización de medios de tortura esta prohibida, y le competen responsabilidades específicas a los funcionarios públicos que propicien y faciliten su utilización.
Desde el ODH realizaremos todas las acciones necesarias para que dicho armamento no pueda ser usado por las fuerzas de seguridad» finaliza dicho comunicado.
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