Por Charo Márquez
@cafeesamor
Mientras algunes el sábado a la noche descansábamos para ir a votar el domingo bien fresquitxs, otrxs bailaban en fiestas anti veda y otres brindaban en terrazas, una travesti* fue brutalmente asesinada en La Plata.
La Chicho tenía 49 años, iba caminando cerca de la Terminal de Ómnibus -sí, donde hace unos días fuimos cientos de miles al Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans-, pasó un jovencito y ella, con esa tradición lemebelista y disidente le dijo “qué lindo que sos”. Pero Tomás Cerletti, además de ser lindo, era un macho.
El ataque quedó registrado por las cámaras de seguridad, lo pueden ver en todos los portales amarillistas de noticias. Lxs investigadorxs de la causa -a cargo del Fiscal Marcelo Romero-, declararon a los medios que no pueden creer la saña. La vida de la Chicho se fue de 14 puñaladas. Catorce. Estuvo internada tres días antes de morir.
Sus compañerxs tuvieron problemas para reconocer el cuerpo porque el protocolo indica que tienen ser familiares directos. Pero las disidencias no siempre tenemos eso a mano. Tenemos otros vínculos que nos sostienen en el día a día, en la vida y en la muerte.
Si bien por ahora la carátula es “homicidio calificado por ensañamiento y alevosía”, las organizaciones LGBTI+ y disidentes están reclamando que se hable de crimen de odio, basándose, justamente, en la brutalidad del asesinato que puede estar basada en la identidad y expresión de género de la víctima. Como en el caso de nuestra querida Diana Sacayán.
El viernes, 1/11, a las 11 horas se hace una sen 4 y 41, La Plata. No es fobia ni es locura ni es un ajuste de cuentas: es un crimen de odio.
*La identidad de género de la Chicho, de acuerdo al Colectivo OTRANS, es travesti. En otras publicaciones, sin embargo, es referenciada como marica. http://otransargentina.com.ar/brutal-travesticidio-en-la-plata/