En un esfuerzo por combatir el abuso y la explotación sexual en el ámbito del fútbol juvenil, Fernando Langenauer, excoordinador de la pensión de Independiente durante la época de los abusos a menores, presentó una nueva ONG denominada «Validando». Esta organización nace con el objetivo de prevenir, denunciar y brindar apoyo a las víctimas.

Langenauer, reconocido por ser uno de los primeros en destapar el escándalo de abusos en Independiente en 2018, ha utilizado su experiencia y conocimiento de primera mano para crear una plataforma que no solo busca proteger a los jóvenes futbolistas sino también educar a la comunidad sobre los riesgos y señales de abuso. «La ilusión de los chicos es su mayor vulnerabilidad; los abusadores lo saben y se aprovechan de eso,» comentó Langenauer en el lanzamiento de Validando, reflejando su preocupación por los métodos de captación que utilizan los perpetradores.

El lanzamiento de Validando fue recibido con esperanza, especialmente por aquellos involucrados en la formación de jóvenes talentos. «Es crucial que tengamos una institución dedicada exclusivamente a este problema, que no solo reaccione sino que actúe preventivamente,» expresó un exjugador juvenil que prefirió mantener su anonimato.

La ONG también ha establecido colaboraciones con otras organizaciones de derechos humanos y protección infantil, así como con clubes de fútbol que han mostrado interés en implementar programas de prevención y educación basados en los lineamientos de Validando.

Fernando Langenauer comentó a este sitio que “Validando nace como un sueño profundamente personal y profesional. Cuando trabajaba en el club Independiente, acompañaba a los chicos de las pensiones en lo académico y en su vida diaria. Con el tiempo, construimos un vínculo de confianza, y fue en ese contexto que uno de ellos se acercó para contarme que estaba viviendo situaciones de abuso. Ese momento marcó un antes y un después en mi vida. No solo me conmovió profundamente, sino que me llevó a reflexionar sobre mi vocación, sobre lo que realmente quería hacer con mi profesión”.

“Comencé a acompañarlos en su proceso: desde hacer las denuncias hasta afrontar el complejo camino judicial. Me enfrenté a vacíos enormes, tanto en el acompañamiento psicológico como en el soporte para las familias. Recuerdo noches largas llevando a los chicos de regreso a las pensiones, descubriendo que no habían comido, o lidiando con padres que no entendían que sus hijos eran víctimas, no culpables. Me di cuenta de que mi sola presencia marcaba una diferencia y supe que quería hacer más”, concluyó Langenauer.