Por Charo M. Ramos

En el amplio panorama de los estudios queer, pocos libros han generado tanto debate y reflexión como «Sentirse para atrás: Pérdida y la Política de la Historia Queer» de Heather Love. Publicado en 2007 por Harvard University Press, hoy llega a nuestras manos por el trabajo de traducción de Nicolás Cuello y por la editorial Omnívora. Este texto se ha convertido en un punto de referencia esencial para entender las complejidades de la experiencia queer y su relación con la historia. No pude hacer una reseña tradicional, se me pusieron muchas cosas en juego, aunque lo intenté.
De qué va
Heather Love desafía la narrativa tradicional de progreso y orgullo en la historia queer. Argumenta que la búsqueda de la normalidad y la asimilación ha llevado a la pérdida de aspectos cruciales de la experiencia histórica queer, particularmente aquellos relacionados con el dolor, la vergüenza y el aislamiento. Love propone una «mirada hacia atrás» para valorar estos sentimientos y experiencias que aún resuenan en el presente.
A través de análisis de obras de Walter Pater, Willa Cather, Radclyffe Hall y Sylvia Townsend Warner, Love demuestra cómo la literatura modernista temprana, de comienzos del siglo XX, puede ofrecer una comprensión profunda de las subjetividades queer marcadas por la exclusión social.
Por qué lo leeríamos hoy, en 2025, en Argentina
Primero por el impacto que tuvo, sobre todo en el campo de estudios de los afectos dentro de la teoría queer. Segundo, porque es una gran oportunidad para conocer las obras y las y los autores analizados que, estoy segura, casi nadie que está leyendo esta nota leyó o siquiera escuchó nombrar.
Y tercero, y sobre todo, porque el libro se adelanta a algo que, quizá en 2007 ni nos atrevíamos a pensar y que “sirve” para el movimiento LGBTQ+ pero para cualquier actor político o persona mínimamente conmovida por el bienestar de la comunidad: aunque ahora nos esté “yendo bien”, esto no es para siempre; el progreso no es lineal, la historia no es una flecha que va hacia adelante, sino una “catástrofe única” (para Walter Benjamin, citado en el libro) a la que podemos mirar y de la que podemos aprender para que el futuro sea mejor, pero que está ahí de manera ineludible, nos acecha y nos guía.
Ilusionarse, desear, organizarse en pos de un objetivo con el deseo moviéndolo todo es parte esencial de la acción política. Pero, también, hay otros sentimientos que nos mueven o nos paralizan, que son rezagados, que nos tiran para atrás, sentimientos tan negativos como la vergüenza (en oposición al orgullo que en Buenos Aires se celebra a principios de noviembre, en una fiesta llena de glitter, carrozas, música, gente vestida de maneras maravillosas y muchísimo esponsoreo de marcas), el miedo, el auto-rechazo, la depresión.
Sobre este último set de afectos trabaja Love, para analizar las obras de autores de comienzos del siglo XX que, de una manera u otra, hablaban de lo mal que se sentían. En una lectura ya de hace muchos años, del libro de cartas entre Sylvia Townsend Warner y su pareja, Valentine Ackland, la leemos hundiéndose en los laberintos de la tristeza, el alcohol, hoy diríamos los padecimientos de salud mental. Y Love encuentra ahí, en esas historias trágicas, algo digno de ser analizado.
El libro, entonces, desafía una narrativa de progreso lineal, revaloriza afectos negativos y se pregunta “cómo hacer que un futuro sea lo suficientemente rezagado, regresivo y complejo como para que incluso los más reticentes entre nosotros quieran vivir en él”.
A partir de la lectura
Cabe preguntarse si la autora esencializa sentimientos negativos como propios de identidades no cisheterosexuales, y cómo vincular estas emociones regresivas con la acción política creativa y coumunitaria. Además, ofrece a través de sus citas un mapa de lecturas posteriores que pueden explorarlas. Destaco las recomendaciones de José Muños Díaz y Anne Cvetkovich, relevantes por su disponibilidad en español en Argentina y por su potencial para futuras discusiones.
«Sentirse para atrás» fue un libro valiente en su contexto de publicación y circulación original. Su reedición actual en nuestro país podría generar debates significativos, especialmente en torno a las discusiones sobre la historia y el pasado, la construcción de un futuro que mira hacia atrás, y el presente catatónico de las subjetividades queer en este momento histórico.
