Por Charo Ramos

Bienvenide de nuevo. ¿Qué vas a tomar? Yo, un capuchino con leche de almendras, pero bien caliente; es un bajón cuando en las cafeterías de especialidad insisten en que el café se sirve a 70° porque así el fruto no sé qué: dame una bebida caliente, por dios. Bueno, ya me calmo, tenés razón, no es para tanto.

Lo último que leí que me partió la cabeza fueron dos libros de María Moreno, al hilo, Black out y El affair Skeffington. Pero no te voy a hablar de ellos hoy, ya habrá tiempo. Pero sí voy a seguir con la no ficción. Y sí, después de años de renegar, tengo que reconocer que es un mundo que me encanta. Porque está tan cerca del chisme, como dice Gabriela Borrelli, que me gusta.

Igual, el libro del que te voy a hablar hoy, bueno, no es gracioso. Es V13. Crónica judicial, de Emmanuel Carrère. Tiene 272 páginas y salió por Anagrama en español, pero lo podés leer en Bookmate como yo.

Carrère es el mismo autor de Limónov que salió en 2011 y de El Adversario, de 2000. Es un escritor francés que a veces puede ponerse medio tedioso, como en El Reino, de 2015. A mí las primeras que te dije me encantaron. El Adversario es la historia de un tipo que le hizo creer a todo el mundo que era un médico hiperexitoso, que trabajaba para la OMS y tal, y terminó prendiendo fuego la casa con su familia y él mismo adentro; una taqiyya. Taqiyya es una palabra musulmana para designar un acto pecaminoso en nombre de algo que el sujeto de la acción entiende como algo bueno. Para qué me traés si ya sabés cómo me pongo. Bueno, sobre una taqiyya un poco más grave es el libro del que te quiero hablar.

V13 fue el juicio que se hizo en París entre 2021 y 2022 por los atentados de noviembre de 2015 en el teatro Bataclan, en un bar y en una cancha de futbol. Y Carrère se sentó en todas las audiencias con el equipo de un periódico, L’Obs, donde iba publicando crónicas semanales del mega evento jurídico, comparado por él mismo con el affaire Dreyfus (otro día hablaremos de ésto). Un juicio que puede marcar el tono de lo que el Estado francés y la sociedad “occidentalizada”, “occidental”, entienden por justicia, por reparación, por arrepentimiento, por identidad y, también, cómo entiende la radicalización.

Es difícil transmitir el sufrimiento de una madre que perdió a su hija porque un bar estalló por los aires, la desposesión de quienes de manera adyacente participaron en un atentado -los responsables directos más importantes se inmolaron en los atentados-, y, también, las carreras de jueces, fiscales, abogados, todo en el mismo texto. Todo en menos de 300 páginas, una economía de palabras en donde no sobra una coma y no falta una sola palabra, pero te hace temblar. Yo quedé catatónica cuando lo terminé. No es el autor el único que duda, no de la responsabilidad por los actos juzgados, sino por los actos y omisiones que los llevaron a cometerlos.

Además, hay unas escenas de una humanidad desgarradora; actos de bondad de los que yo no sé si sería capaz. Y, bueno, vas a tener que leer el libro. Se me enfrió el café. ¿Pedimos otro?

Emmanuel Carrère, V13. Crónica judicial, posfacio de Grégoire Leménager, traducción de Jaime Zulaika, Anagrama, 2023, 272 págs.